Entrevista a Carlos Enrique Meyer

 

Entrevista a Carlos Enrique Meyer(*)

 

 

Introducción

 

Aunque resulte una obviedad, a veces es necesario recordar que en los negocios el tiempo es dinero.

 

Nadie discute que la subsistencia de las empresas de turismo depende en gran medida de dos aspectos. Por un lado, rápidamente poder reunir, examinar e interpretar correctamente los datos de la realidad para adaptarse. Por otro lado, que el engranaje del vínculo público-privado se sustente en reglas claras y sostenidas en el tiempo. Vale tanto en el corto, mediano y largo plazo.

 

En simultáneo, hay que ser astuto para valerse en el contexto económico global. Nuestro entrevistado no se adaptó a una realidad imperante, la creo. ¿Consolidó actores en el sector?

 

Por suerte para todos nosotros, pudimos dar con un experto en la materia, con una basta trayectoria en la actividad. Carlos Enrique Meyer, encaró dos momentos que quedarán en la historia de la normativa turística nacional, y que al día de hoy están vigentes: el de la Ley Nacional de Turismo, y la transformación del turismo estudiantil en la Argentina.

 

Fue Ministro de Turismo Nacional por 12 años (2003-2015), y sumado a su experiencia provincial y municipal, no tiene que rendirle cuentas a nadie. Su virtud fue algo muy poco habitual: crear y poner en funcionamiento. Acá nos cuenta un poco ese engranaje. Como diría un tango del afamado Cadícamo “no hay carga que lo achique” ^[1]. Es lo que suele decirse, un “referente”.

 

Le consultamos su visión sobre los siguientes aspectos:

 

 

Durante su gestión una de las normas sancionadas fue la Ley Nacional de Turismo Estudiantil y su reglamentación; ¿cómo fue ese proceso y contexto en el que se decidió modificar la norma y cambiar la lógica de control de los servicios de los viajes de egresados en el país?

 

En el año 2005 la agencia ZAIGA Travel y otra denominada 5 ZONAS dejaron un tendal de estudiantes sin sus viajes de egresados. Hubo protestas y miles de denuncias que recibimos en el Ministerio. Recuerdo como si hubiese sido ayer que Néstor Kirchner me citó a la casa de gobierno para informarse acerca de la situación. Estaba muy al tanto de la misma y sus palabras fueron "estos pibes vienen de la crisis del 2001, es su primer contrato como adultos y les estamos fallando, hay que solucionar su situación". No solamente les solucionamos el tema; sino que emprendimos el inicio de reforma del sistema de turismo estudiantil en la Argentina. Seis meses después habíamos modificado la Ley y teníamos una nueva norma reglamentaria.

 

 

Cómo fue ese proceso, ¿cómo fue el vínculo con el sector privado turístico?

Con el sector privado siempre tuvimos una excelente relación; sin embargo, al principio de este proceso de transformación, tuvimos muchas diferencias. Era entendible ya que la normativa les exige innumerables recaudos y muchos tuvieron que cambiar sus estructuras de recursos humanos para poder dar cumplimiento. Hubo muchas discusiones y fricciones; sin embargo, con el tiempo muchos de los que no estaban de acuerdo inicialmente, luego nos agradecieron. El proceso incluyó vincularnos con muchos actores por fuera de la actividad turística, por ejemplo, compañías aseguradoras.

 

 

¿Qué resultados observó una vez modificada la normativa?

 

En lo inmediato hubo un mayor control sobre las agencias de viajes estudiantiles, y sobre los prestadores en los destinos, sobre todo Bariloche. En el mediano plazo, sirvió ya que pudo utilizarse el Fondo Fiduciario Estudiantil en casos en los que las agencias cerraron; con el caso IMAGINAR en el año 2009 nos dimos cuenta de que el sistema funcionaba y era eficaz, y sirvió para que los y las estudiantes puedan viajar que es lo que en su momento se buscaba. El primer contrato como adultos estaba siendo respaldado por el Estado en caso de fallar. Además, cuando en el año 2017 (otra gestión) decide renovar por diez años más lo que habíamos realizado evidentemente quedó demostrado que sirvió, pero fundamentalmente le sirvió al sector quien también aprobó esa renovación.

 

 

¿Cómo ve esa normativa de cara al futuro?

 

No lo tengo muy analizado el tema, ni estoy tan en contacto diario con la temática; sin embargo, estimo que el Fondo Fiduciario ya debe tener un respaldo suficiente como para poder bajar el porcentaje de aporte, sus intereses podrían volver al sector en infraestructura y promoción (teniendo en cuenta además que la Pandemia los habrá golpeado bastante); en capacitación de prestadores y de trabajadores y trabajadoras del sector. Y me imagino que con el avance tecnológico actual los procesos de control se pueden ir modernizando.

 

 

Respecto de la Ley Nacional de Turismo, ¿Cómo fue el trabajo de la misma?

 

Sabíamos que teníamos una Ley vieja de 1958, y el sector requería una nueva norma. Para mediados del 2004 pudimos presentar un proyecto consensuado con todo el sector turístico, y la realidad turística nos demandaba tener una nueva norma. Hubo que trabajar mucho en las comisiones de turismo de ambas Cámaras, y allí el apoyo del sector fue fundamental.

 

 

Está el INPROTUR, el rol del CFT, los diferentes programas que menciona, etc, pero ¿cuál es para Ud. lo más destacado de la norma?

 

Sin dudas la incorporación de un Plan Estratégico a la letra de la Ley fue todo un desafío. No dependía de una persona o de varias, sino que era necesario que todo el sector se sume y se pueda confeccionar, y poner en funcionamiento. Es decir, que no quede como un gran trabajo teórico, sino que pueda implementarse y llevarse a la práctica. Y eso se logró y sus actualizaciones así lo demuestran. Esa es la gran virtud de la Ley Nacional de Turismo: que supo ejecutarse, ponerse en funcionamiento y no quedar como pasa muchas veces con las normas como un gran marco teórico.

 

Hicimos normas importantes para el sector, pero fundamentalmente logramos aplicarlas y llevar adelante políticas públicas como consecuencia de ello.

 

Otro punto destacado fue el nuevo rol que tuvo el CFT a partir de la sanción de la Ley con su reglamento interno, y estimó que el futuro del sector estará muy vinculado al mismo.

 

 

 

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